domingo, 30 de octubre de 2016

Sin luces por la carretera...

Manuel regresaba de su pueblo a altas horas de la madrugada, antes de llegar a la autopista debía circular varios kilómetros por carreteras vecinales y comarcales que se encontraban en un estado lamentable. Además de carecer totalmente de iluminación, las curvas y lo irregular del asfaltado hacían que aventurarse en ellas de noche fuera jugarse la vida. Mucho mas cuando llevaba casi un día sin dormir debido a que su “visita al pueblo” se debía al fallecimiento de un tío lejano pero muy querido por la familia.
Luchando contra el sueño y casi por casualidad, en unos de los pocos trazados en los que la carretera permitía que la Luna iluminara la vía, divisó a lo lejos un todo terreno negro que circulaba con las luces apagadas en sentido contrario al suyo. Se consideró afortunado de no haber impactado frontalmente con él y pensando que era algún borracho que olvidó encenderlas le hizo un juego de luces con los faros de larga distancia.
El todo terreno prendió entonces sus luces de máxima intensidad, era un modelo con unas potentes luces instaladas en la parte superior del vehículo como los utilizados en algunos safaris de África. Manuel casi se sale de la carretera al ser deslumbrado por tan potentes “faros”, enfadado empezó a pitar y vociferar toda clase de insultos por la ventanilla. Lo que no esperaba es que el todo terreno haciendo un derrape  típico de películas de acción cambiara el sentido de su marcha comenzando a perseguir al coche de Manuel.
Aterrorizado comenzó a acelerar con la intención de dejar atrás a su perseguidor. Pero este parecía más veloz y diestro al volante y aprovechaba la mayor cilindrada de su vehículo para empujar y golpear el coche del asustado conductor. Hasta que sucedió lo inevitable, Manuel perdió el control de su vehículo en una curva y tras dar dos vueltas de campana acabó estrellándose contra un árbol. Al salir por la ventanilla del coche pensó por un momento que había sido afortunado de sobrevivir al accidente. Pero su alegría pronto se vio interrumpida cuando al levantar la cabeza observó como cuatro individuos bajaron del todo terreno con martillos en la mano…
Al día siguiente la policía encontró el vehículo a varios metros de la calzada y el cuerpo de Manuel casi irreconocible, machacado a golpes de martillo durante varios minutos. En el informe policial se advirtió que una vez más una de las bandas más peligrosas de la zona había vuelto a matar en uno de los ritos de iniciación a sus nuevos miembros.
Su modus operandi consistía en conducir sin luces por una carretera secundaria hasta que algún incauto trataba de advertirles haciéndoles un juego de luces. De este modo elegían a su víctima a la que obligaban a salir de la carretera o accidentarse para que después el nuevo miembro de la banda le golpeara hasta la muerte...


miércoles, 5 de octubre de 2016

El niño que nunca lloró.

Nota: Esta no es una historia que habla sobre fantasmas, ni monstruos de pesadilla, sino algo más tangible, y por ello, terrible. 

Hay mucha gente ese día. Gran cantidad de personas van y vienen.
Aquella mujer, a pesar de su nerviosismo, no sobresale de la multitud.
Sostiene un bebé dormido de pocos días de nacido en sus brazos.
La mujer parece cansada y se altera por cualquier cosa.
Cuando llega al aeropuerto se da cuenta que su vuelo se ha retrasado. La mujer va de aquí para allá con desesperación, pero por suerte su bebé no se da cuenta, sigue durmiendo plácidamente.
Los minutos pasan como si fueran horas. La mujer no está del todo consciente de su alrededor, y tropieza con un guardia de seguridad. Es un golpe fuerte, pero el bebé sigue durmiendo como si nada. La mujer trata de mantener la calma, pero a leguas se nota su intranquilidad.
“¿Está bien, señora?” Pregunta el oficial.
La mujer, titubeando, responde que sí. Y se aleja velozmente.
Ella se sienta a esperar a que salga su vuelo. Una mujer a su lado intenta sacarle conversación. Ella se limita a contestar con pocas palabras.
“Su niño debe estar muy cansado… ¡A dormido todo este rato sin siquiera arrugar los ojos!”
Ella contesta con una leve y cansada sonrisa.
Al fin anuncian que su vuelo está por despegar. Ella se levanta apresurada y se dirige a su respectiva plataforma velozmente, casi corriendo.
Uno de los guardias asignados a ese andén era el mismo con el cual se había tropezado antes. Cuando a la mujer le toca pasar, el guardia, después de revisar sus cosas, le pregunta por su bebé. Ella responde nerviosamente que está bien.
“¿Puedo verlo un momento? No nos gustaría que su bebé viajara estando enfermo ¿no lo cree?”
Pero la mujer insistía en que su niño estaba completamente bien.
“Por favor, solo será un momento. No le haré daño”
La mujer quedó pensativa unos instantes.
De pronto ella le lanza el bebé al guardia y sale corriendo. Y aunque el oficial trató de atajar al pequeño con cuidado, por culpa de los trapos que lo cubrían, lo terminó atrapando por la pequeña cabeza. Pero el bebé no lloró ni una sola vez.
Las mantas cayeron al suelo, dejando desnuda a la criatura, la cual tenía una tosca costura desde su entrepierna hasta casi llegar a su pequeño cuello.
Pocos segundos sostuvo el oficial al niño, pero estos bastaron para que su cuello cediera ante el tremendo peso que su cuerpo representaba. No hubo sangre cuando se desprendió, solo pequeñas bolsas de látex rellenas de drogas.
Y aunque el niño nunca lloró, hubo muchas personas que lloraron en su lugar...


sábado, 1 de octubre de 2016

Ten cuidado con ZOZO...

Son muchas las historias diabólicas de personas curiosas que se han sentado frente al mal llamado “juego” de la ouija. Algunos entraron en una espiral de obsesión y locura que terminó incluso con la muerte. Es una peligrosa práctica que nadie debería realizar y de la que, en realidad, poco se sabe.
Los escépticos piensan que la ouija manda mensajes que el propio grupo de personas sabe y expresa, quizás desde lo más profundo del subconsciente. La energía de una gran concentración por parte de los asistentes podría ser tal que el puntero podría llegar a moverse. Si juntamos estas dos suposiciones, tendríamos una lógica explicación al fenómeno de la ouija y, por lo tanto, sería algo completamente humano y producido por nosotros mismos.
Sin embargo, no son pocas las ocasiones en las que experiencias con el tablero evidencian que ha de haber algo más, que la ouija puede considerarse como una puerta de acceso a otro mundo, un lugar oscuro donde fallecidos y otros seres logran establecer contacto con nosotros. Si eso fuese cierto, estamos ante algo muy peligroso, ya que desconocemos a la entidad que establece un contacto directo con nosotros. Es como si dejáramos la puerta abierta de nuestra casa al irnos a dormir, sin importarnos qué persona desconocida puede entrar y con qué intenciones…

Zozo.jpg

ZOZO, curiosa sílaba repetida, sin significado aparente, no es un nombre que hayamos escuchado antes y que surge exclusivamente de testimonios de personas que han hecho la ouija. Si el tablero se mueve y da respuestas que nosotros conocemos previamente o del subconsciente, ¿cómo es posible que exista una entidad que sólo parece existir a través de la ouija?…
Cuando escuchamos aterradoras experiencias en las que los jugadores de ouija afirman haber contactado con Satanás o celebres asesinos ya fallecidos, el subconsciente podría ser la respuesta. Tal vez, nuestros temores y mayores miedo se manifiesten en esos movimientos del puntero que se dirige de una letra a otra. Son personajes que conocemos y que todos nos asustaríamos muchísimo si creemos realmente que realmente estamos estableciendo un contacto espiritual con alguno de ellos.
Es entonces cuando ZOZO cobra más importancia de lo que parece, ya que las personas que han contactado con este singular ser no habían escuchado jamás sobre él… Por lo tanto, no puede ser objeto de una sugestión colectiva. Tal vez lo puede a llegar a ser ahora, pero durante mucho tiempo, muchas personas han reproducido su nombre con extrañeza al contar su personal experiencia sobre la sesión…
He aquí algunos de los muchos testimonios sobre ZOZO que uno puede encontrar por la red y que, en cuestión de muy poco tiempo, se han multiplicado más que nunca..
Durante mis experiencias con la Ouija, un espíritu en particular siempre hizo notar su presencia. Su nombre es ZoZo. Hoy en día, me niego a pronunciar siquiera su nombre, ya que creo que la mera pronunciación del mismo puede hacer que se manifieste.
Demasiadas veces como para contarlas, pretendió ser un buen espíritu desde el principio, o pretendía ser quien sea que yo tratara de contactar. Pero, con el tiempo, mostró su verdadero yo, maldiciéndome, amenazándome a mí y a otros presentes en la sala. Una vez, me insultó usando lo que parecía Latín o Hebreo, e hizo uso de terminología bíblica.
Estaba realmente fascinado y sorprendido por el número de veces que ZoZo se manifestó, a pesar de haberlo hecho en muchos estados y tablas de Ouija diferentes. Siempre terminaba siendo muy desagradable y comentaba libremente acerca de cuanto quería poseer a mis novias y llevarlas al paraíso. Cuando le pregunte donde estaba el paraíso, el deletreó I.N.F.I.E.R.N.O.
Una vez, después de que ZoZo se pusiera extremadamente cruel, entré en mi baño solo para ver a mi hija de un año de edad a punto de ahogarse. Su madre la había dejado sola en la bañera “Solo por un segundo”, y de alguna manera, el grifo del agua se enciendo y empezó a llenar la bañera. Instintivamente, ella llevaba la cara inclinada hacia arriba, y fue cuestión de segundos para que su cara quedara debajo del agua. Al día siguiente, fue hospitalizada por alguna extraña infección interna, y fue puesta en aislamiento por dos semanas mientras los doctores intentaban diagnosticar la enfermedad. Estuvimos a punto de perderla, y fue cuando empecé a sospechar de un ataque demoníaco.

Algunos otros testimoniosEditar sección

Según me explicó él mismo a través de la ouija, Zozo es uno de los siete guardianes de los siete círculos del infierno. Si alguien realiza la ouija y establece contacto con una entidad que se inicia con una “Z”, como “Zana, Zoa, etc” finalizar sesión inmediatamente. Me temo que son demonios más poderosos que el resto y muy malignos, no acabará bien la sesión, seguramente os ataque. En mi caso, me lanzó una silla de madera contra mi cabeza. Por favor, háganme caso. La ouija es muy peligrosa, no jueguen nunca.
Cada vez que oigo hablar de Zozo y yo hablo sobre él, padezco ansiedad. Siento la negatividad, una fuerte presión en el pecho y en mi cerebro. Mi hermana y yo nos aficionamos a la ouija y establecimos contacto con un ser muy maleducado, nos insultaba y nos amenazaba. Le preguntamos cómo se llamaba y deletreó Z-O-Z-O, justo en ese mismo momento. mi sobrino (el hijo de mi hermana), quien dormía en una habitación lejana a la que estebamos con la ouija, se levantó de la siesta gritando “Zozo, Zozo, Zozo”.
No sabíamos qué le pasaba, nos asustamos mucho, parecía histérico y no dejaba de repetir esa sucia palabra… Entré en pánico cuando consulté por Internet y descubrí que, en ocasiones, Zozo amenaza con llevarse al hijo primogénito…
Cometí el error de jugar con mis amigas a la ouija, se nos manifestó una entidad llamada Zozo, qué él mismo decía ser un demonio. A la noche, tuve unas pesadillas horribles. Soñaba que alguien entraba en mi habitación y me violaba. Lo pasé muy mal, era un ser con los ojos negros del todo y su lengua era negra.
Olía muy mal, como a huevos podridos y era muy violento. Me desperté y había sangre en mi ropa interior. Me traumatizó mucho, le pedí a mis amigas que volvieran a hacer la ouija, yo no era capaz, y les preguntase si era él quien me violaba en sueños. Dijo que sí, que ahora, yo era su novia. Durante dos meses, he sentido cómo Zozo entra en mis sueños y abusa de mí. En serio, no juguéis nunca a la ouija.
Zozo se le aparece a mis amigos desde que yo sola hice la ouija en mi casa. Él se presenta en sus habitaciones, se queda inmóvil y mira cómo duermen. Ellos se despiertan al escuchar una risotada, lo ven, se asustan y él desaparece.
Una vez, sentí cómo alguien me tocaba la entrepierna mientras hacía la ouija, Zozo decía que quiere embarazarme, que iba a violarme en sueños. 
Esa noche tuve un sueño (yo nunca sueño) sobre una violación. Era Zozo, me violó en mi sueño. Hablé con él más tarde esa noche y le preguntó si era él… Me dijo que sí.
Dos noches más tarde estaba en mi sueño otra vez, me estaba ahogando; se me ocurrió que iba a morir, yo no podía respirar, me desperté jadeando. Dice que alguna noche no despertaré…
Estuvimos alrededor de veinte minutos hablando con él, Zozo dice ser un demonio oscuro. Mi novia tuvo la estúpida pregunta de si odiaba a alguien de la sala. La flecha me señaló claramente a mí.
Mi novia se echó a llorar, ZoZo me amenazó con matarme. El puntero que usábamos se elevó sin que nadie lo tocase, comenzó a girar y empezó a moverse como si de un pájaro se tratase. Luego, con mucha fuerza, cayó sobre mí. Parecía ser lanzado contra mí, me dio un buen corte en la frente. Estábamos muy asustado, cerramos la sesión.
Esa noche me costó mucho dormir, no dejaba de pensar en ese demonio. Alrededor de las tres de la madrugada, una risa me despertó. Abrí los ojos y vi algo al pie de mi cama, era como una persona pero quizás un poco más alto de lo normal. Desapareció y yo sentí estar empapado en sangre. Encendí las luces y mi nariz no dejaba de sangrar.
¿Es ZoZo un demonio capaz de entrar en nuestra dimensión? No lo sabemos, sin embargo, todos estos testimonios parecen alertar de los graves peligros que uno se enfrenta al realizar la ouija. Sea producto del pánico, sugestión o contacto real con entidades sobrenaturales, algo en común es que ninguno de ellos lo recuerda como una buena experiencia.
NADIE que haya hecho la ouija cuenta algo satisfactorio, la mayoría se arrepiente de haber probado por curiosidad a ver qué pasaba. MUCHOS de ellos han terminado con graves problemas psicológicos, traumas y, en el peor de los casos, provocándose la muerte.
Recordad estos testimonios cuando tal vez en una fiesta, quizás rodeado de tus mejores amigos, alguien mire pícaramente al resto y sugiera realizar espiritismo. La ouija nunca aporta nada positivo a tu vida y, desgraciadamente, piensa que tal vez cambie tu vida irreversiblemente y vivas eternamente en una pesadilla.