jueves, 23 de febrero de 2017

Una historia de terror para mí hijo.

—Hijo, necesitamos tener una conversación muy seria sobre la seguridad en internet —le dije mientras me sentaba a su lado. Su laptop estaba abierta, jugaba Minecraft en un server público. Sus ojos estaban estancados en la pantalla. Había una ventana de chat abierta con diversos comentarios—. Hijo, ¿puedes dejar de jugar un minuto? —Salió de su mundo de juego, cerró su portátil y me miró.
—Papá, ¿será otra de tus historias de miedo y mal gusto?
—¿Qué cosa? —Fingí por un segundo, y entonces le sonreí—. Pensé que te gustaban mis historias.
Este niño había crecido escuchando mis historias sobre niños que se enfrentaban a brujas, fantasmas, hombres lobo y trolls. De la misma forma que muchas generaciones de padres, usaba estas historias de terror para reforzar su moral y enseñarle lecciones sobre seguridad. Los padres solteros como yo deben emplear todas las herramientas a su disposición.
Frunció el ceño.
—Eran divertidas cuando tenía seis años, pero ahora me estoy haciendo grande, ya no me asustan. Y son tontas. Si me vas a contar una historia sobre internet, ¿podrías hacerla más aterrante? —Me quedé espantado con su incredulidad. Él cruzo los brazos en señal de rechazo—. Papá, ya tengo diez años, puedo lidiar con eso.
—Está bien, lo intentaré. Erase una vez un niño llamado Colby… —Su expresión me indicó que no se había aterrado con el tema de introducción. Suspiró y siguió escuchando una historia más de su padre. Yo continúe—: Colby navegaba por varios sitios web para niños. Después de un tiempo, pasó a conversar con otros compañeros que encontraba en sus juegos en línea. Fue ahí que hizo amistad con un niño de diez años llamado Helper23. Tenían en común los mismos juegos y programas de televisión, se reían de las travesuras que hacían, exploraban nuevos juegos juntos.
»Después de varios meses de amistad, Colby le obsequió a Helper23 seis diamantes en el juego que estaban jugando. Fue un regalo muy generoso. El cumpleaños de Colby estaba cerca y Helper23 quería enviarle un regalo en la vida real; Colby creyó que no tenía nada de malo si daba su dirección a Helper23, ya que había prometido no darle su dirección nunca a los extraños. Helper23 le prometió que no se lo diría a nadie, y que así podría enviarle el paquete.
Pausé la historia y le pregunté a mi hijo:
—¿Crees que fue una buena idea?
—¡No! —respondió mientras agitaba la cabeza vigorosamente.
—Bueno, tampoco Colby. Se sintió culpable por haber dado su dirección, y su culpa comenzó a crecer, y crecer. Para el momento en que se ponía el pijama a la noche siguiente, su culpa y su miedo eran más grandes que cualquier otra cosa en su vida. Decidió que le contaría la verdad a sus padres. El castigo sería severo, pero tendría la conciencia tranquila. Se metió en su cama en tanto esperaba que sus padres fueran a cubrirlo.
Mi hijo sabía que la parte aterradora estaba por llegar. A pesar de su conversación donde aseguró que no tenía miedo de esas cosas, se inclinó hacia el frente con sus ojos bien abiertos. Y bajé la voz deliberadamente.
—Colby pudo escuchar todos los ruidos en la casa. Una lavadora balanceándose en el área de servicio. Las ramas golpeando contra las paredes en la parte exterior de su habitación. Su pequeño hermano bebé balbuceando en la cuna. Y había algunos otros sonidos que no lograba identificar… hasta que, finalmente, los pasos de su padre hacían eco en las escaleras. «Oye, papá —dijo con cierto nerviosismo—. Tengo algo que decirte».»Su padre asomó la cabeza por la puerta en un ángulo extraño. En la oscuridad, su boca parecía no moverse y sus ojos tenían un aspecto raro. “¿Sí, hijo?”, su voz también había cambiado. “¿Estás bien, papá?”, preguntó el niño. “Ajá”, susurró el padre con la voz extrañamente cambiada. Colby no tuvo mejor idea que cubrirse, quería desaparecer bajo su cobertor. “Umm… ¿Mamá está en casa?”.
»”Aquí estoy”, apareció diciendo la madre con la cabeza un poco más abajo que la de su padre. Su voz también era diferente. “¿Nos vas a contar que le diste la dirección a Helper23? No deberías haber hecho eso. Te advertimos que nunca dieras nuestra información personal en internet”.
»Ella continuó: “Él no era un niño de verdad. Solamente fingía ser uno. ¿Sabes lo que hizo? Vino hasta nuestra casa, derribó la puerta y nos asesinó. Solo para poder pasar un tiempo contigo”. Un hombre gordo con una chaqueta empapada de sangre apareció en la habitación sosteniendo dos cabezas cercenadas. Colby gritó y se quedó sin aliento mientras el hombre arrojaba las dos cabezas en el suelo y sacaba un cuchillo.
Mi hijo también gritó. Cruzo las manos a la defensiva sobre su rostro. Pero apenas estábamos comenzando con la historia.
—Después de varias horas, el niño agonizaba y sus gritos se habían convertido en gemidos. El asesino pudo escuchar los balbuceos del bebé en el otro cuarto y retiró el cuchillo del cuerpo de Colby. El bebé tendría un trato especial, nunca antes había asesinado a un bebé y estaba emocionado con la oportunidad. Helper23 dejó a Colby para que muriera y siguió los llantos por la casa hasta el cuarto del pequeño.
»En la habitación caminó hasta la cuna, tomó al bebé y lo sostuvo por los brazos. Llevó al niño hasta una mesa para tener una mejor apreciación de lo que iba a hacer. Pero mientras sostenía al bebé, el llanto se detuvo. El niño lo miró y le sonrió. Helper23 nunca había tenido un bebé. Arrulló lentamente al niño como un profesional en su regazo. Se limpió la mano llena de sangre en el cobertor para poder apretar las mejillas del pequeño. “Hola, pequeño individuo”. La furia y el sadismo se habían convertido en algo más agradable y tranquilo.
»Helper23 salió de aquella habitación, llevó al bebé a su casa, le dio el nombre de William y lo crió como si fuera su hijo.
Después de terminar la historia, mi hijo estaba visiblemente aterrado. Me dijo tartamudeando:
—Pero papá, ¡MI NOMBRE ES WILLIAM! —Le guiñé un ojo y le pasé una mano por el cabello.
—Por supuesto, hijo. —William corrió a su cuarto llorando de miedo. Pero en el fondo… creo que le gustó la historia..

martes, 7 de febrero de 2017

El origen de los Minions..

Era una tarde como cualquier otra, mi hija Julieta y yo estábamos aburridos, decidimos salir a rentar una película.
Ella se puso muy contenta, solo se arregló un poco y salimos inmediatamente.
Ya en la tienda, yo tomé una película de terror para verla en la noche ya que ese es mi pasatiempo, mientras tanto mi hija tomó la película "Mi Villano Favorito".
Al llegar a casa, rápidamente pusimos la película que eligió mi hija para entretenernos un rato, sin embargo, mientras mi pequeña estaba preparando las botanas para ver la película, se ensució la ropa con refresco y decidió bañarse, yo puse la película mientras ella se bañaba.
Ya en el menú de la película me dirigí a los "extras", ya que en ocasiones tienen juegos entretenidos.
Sin embargo, en lugar de juegos o imágenes, solo había vídeos en la sección de "extras" del DVD, eran bastantes vídeos, me llamó la atención uno llamado "El Origen de los Minions" al lado de una imagen de los conocidos muñequitos amarillos de la portada de la película que eligió mi hija.
Decidí ver que era un "Minion" ya que no sabía que eran y mi hija hablaba mucho de ellos.
Al abrir el vídeo se escucho la voz en ingles de un niño, la cual traducida decía esto
:El proyecto Minion de Gru comenzó, yo soy el experimento 02 y creé este vídeo para darle a conocer al mundo quienes son y como nacieron los minions.
Gru es nuestro creador y yo tenía un hermano mayor, él fue el experimento 01.
Él y yo vivíamos en un orfanato de USA en el estado de Virginia. Él tenía 12 y yo 11 años de edad.
Nunca conocimos a nuestros padres ya que los del orfanato nos contaron que nos encontraron en la calle.
Tiempo después, nuestro orfanato tuvo problemas económicos, ya que tenían que alimentarnos a todos.
Así que nuestro creador llegó un día y compró varios niños, entre ellos a mi hermano y a mí, beneficiando al orfanato económicamente y dejando menos bocas que alimentar.
Mi hermano y yo estábamos muy felices, conoceríamos más gente y por fin saldríamos fuera.
Su casa era diferente, muy fría y oscura.
Nuestro creador y nuevo padre dejó de ser amable con nosotros.
A los niños que se portaban mal, los castigaba congelándonos con una extraña arma de la cual salía un rayo que siempre guardaba en su bolsa.
Después nos hizo bajar a una especie de laboratorio, en el tenía animales domésticos muertos. Nos contó que estaba intentando crear a la mascota perfecta y por eso los animales, también dijo que nosotros podríamos ser esa mascota, pero antes tendríamos que pasar una serie de pruebas.
Después de esto nos mandó a unos cuartos que eran vigilados por una mujer para que nadie intentara escapar.
En la noche había un televisor con canales para niños.
A todos nos ponían unos lentes. Más tarde decidí dormirme, poco después mi hermano muy asustado me despertó porque encontró unas hojas en las que estaba planeado todo lo que harían con nosotros, cómo si fuéramos sus ratas de laboratorio.
Yo calmé a mi hermano ya que estaba muy histérico. Lo convencí de dormir un poco.
Al día siguiente, nuestro "padre" preguntó quién quería ser el primero en las pruebas.
Yo me ofrecí como voluntario, pero mi hermano asustado no me dejó y dijo que él tomaría ese riesgo antes que nadie, así que nuestro creador lo llevó a otro cuarto.
Al día siguiente regreso totalmente diferente, sin cabello, en un estado de shock, con la boca mas grande de lo normal su piel era de color rojizo, lo único que nuestro creador dijo fue que tal vez el siguiente intento funcionaría.
Yo le pregunté a mi hermano que habían hecho con él, sin embargo mi hermano murió en mis brazos. Nuestro creador dijo él era malo y por eso había muerto, solo los niños buenos resistirían...
La noche siguiente nuestro creador me despertó y me dijo que no hiciera ruido.
Yo muy asustado aún por lo de mi hermano, me dijo que me tomara unas extrañas píldoras de color amarillo.
Después de esto me puso 4 inyecciones distintas y se me nubló la vista.
Aún podía ver algo, y no sentía nada en mi cuerpo.
Nuestro creador me había cortado ambas piernas y brazos, mi cuerpo comenzó a calentarse demasiado y comenzó a tornarse de color amarillo, solo podía ver que hacía conmigo.
Después me puso en un contenedor de vidrio enorme donde solo cabía mi cuerpo, ya que mi torso comenzaba a expandirse por las inyecciones, y tomó la forma del contenedor.
Las mutaciones seguían cambiando mi cuerpo, donde estaban mis brazos y piernas salieron otras, pero estas de un tamaño más pequeño.
Sólo esperaba que las mutaciones no sufrieran mal y rezaba todos los días por ello.
Poco después, Gru (nuestro creador) llamó a los pocos niños que quedaban con vida, saltando de felicidad diciendo que por fin había logrado y había conseguido la mascota-esclavo perfecta.
A los demás niños del experimento o se les caía un ojo o se les caía todo el cabello.
Nos vistió con ropa, zapatos, y a todos nos puso lentes, todos éramos muy parecidos.
Lo único que nos mantiene con vida es provocarnos risas para no sentir ese dolor que nos quema por dentro, aunque nuestro creador olvidó aplicarme esa quinta inyección la cual hace borrarme todo el cerebro y dejarme el mismo seco, como a mis demás compañeros los cuales no recuerdan nada, sin embargo por eso yo puedo contar esta historia y grabar este vídeo ya que nuestro creador se quedó sin fondos, así que solo se dedica a secuestrar niños por las noches, y hacer experimentos con ellos.
Yo finjo no hablar bien para que Gru no me detecte entre los demás niños.
Por favor ayúdame, encuentra la casa donde él nos tiene, SÁLVANOS!-.
Después de ver esto quité la cinta rápidamente y lo mas perturbante fue cuando di la vuelta y me di cuenta de que mi hija también había visto el vídeo extra de la película.
Ella comenzó a gritar y luego se desmayó.
Varios niños han desaparecido a lo largo del mundo, dicen que lo último que ven es un carro plateado metálico acercarse antes de desaparecer.
Los testigos son paralizados por Gru, y la mayoría mueren, sin embargo algunos cuantos llegan a contar lo sucedido antes de morir pero los demás no les creen.