lunes, 25 de abril de 2016

Envidia...

(N/A) :  Esta historia al principio, es más para pensar. Pero después cuenta lo sucedido...

Jennifer, la pequeña menor envidiaba siempre a su hermana mayor por ser popular, por ser más estudiosa, y para colmo con mas suerte entre los chicos del instituto; más por su parte, Sarah envidiaba a Jennifer también en secreto por ser mas esbelta y por tener unos bellos ojos azules.
Nada mas terminar esa vez el instituto, ya cerca del verano, las 2 hermanas no podían mas….se envidiaron tanto que al menos la pequeña quiso vengarse.
Ese día preciso, Jennifer y una de sus amigas, aprovechando estar en el parque tomando helados quisieron gastar una broma muy pesada a Sarah. Le pidieron a un amigo (David) que hablara y que intentara de enamorar a Sarah y la convenciera a romper con su pareja actual y conocerse en el parque personalmente sobre las 7 de la tarde al día siguiente; y después de colgar la pequeña Jennifer y su amiga no pudieron contener la risa.
Un día después, Sarah no sabía qué hacer… Tuvo un día muy aburrido en el instituto, acababa de romper con su pareja, solo quería que acabase luego la jornada del instituto. Cuando por fin llegó la hora, decidió ir al parque, pensando que sus padres habían vuelto pronto a casa de un viaje de negocios, así podrían cuidar de la pequeña Jennifer, mientras ella aprovechaba la cita misteriosa de ir al parque a la hora señalada y conocer a ese amigo que la llamó días antes.
La mala suerte acompañó a la joven….Llevaba en el parque ya un buen rato, empezaba a anochecer, pero ese chico no apareció. Con decepción se fue a casa para poder ayudar a su hermana menor con los deberes del hogar.
Cuando Sara llegó, los padres no habían llegado aún y vio con horror que de un árbol del jardín de la casa aparece colgado el cuerpo de Jennifer, como si se hubiera ahorcado.
Nadie sabía en ese instante el final de la historia….los rumores dicen que Sarah se volvió loca y se suicidó al ver al cuerpo de su hermana colgada del árbol.
Hoy en día aún se puede visitar la casa actualmente abandonada y se dicen que por las noches se oyen ruidos y llantos de 2 chicas jóvenes y que en el jardín se abrazan las 2 hermanas, enterradas en un cementerio cercano.
Al pasar los años, se supo toda la verdad.... ¿Se acuerdan de David, el amigo de Jennifer que la ayudó a enamorar a Sarah para el encuentro en el parque en la tarde?
Bueno... Él desde hace mucho antes que estaba psicopateando a Jennifer en secreto, ya que estaba obsesionado con ella, y al saber que Sarah estaba en el instituto y luego se iría al parque para esperarlo y que sus padres trabajaban y llegaron tarde a casa, pues David supuso que Jennifer estaría sola en casa y pues fue a visitarla, pero nunca supo que las cosas se saldrían tanto de control como para terminar violándola, luego matarla y para terminar el acto, tomó su cuerpo y lo colgó al árbol para que pareciese que la joven se suicidó ahorcándose.
Luego de ese macabro acto, David se escondió en la casa, esperando a que Sarah llegase. Cuando Sara llegó y quedó petrificada con la espantosa escena de su hermana colgada en el árbol, David se acercó por detrás, apuñalandola y matándola al instante. Como si fuese una película enferma y a pesar de que Sarah estaba muerta, David procedió a violarla y al terminar, puso en su mano una pistola, simulando un suicidio.
Todas estas declaraciones salió de la boca del mismo psicópata, David, que actualmente se encuentra con tratamientos psiquiátricos y pudriéndose en el manicomio.

miércoles, 20 de abril de 2016

La cosa de Abajo...

Alice era una muchacha joven de una edad de dieciocho años. Ella se acababa de mudar sola a su nueva casa, pues ya se pudo comprar la suya y tener su propia vida.
Al entrar a su casa vio lo muy bonita que era: tenía una gran sala, una habitación, un baño, una cocina… y un sótano.
Alice se instaló, puso sus cosas en su habitación y quiso echar una ojeada por la casa. Primero vio el ático, el cual estaba lleno de polvo, cajas y cosas que probablemente eran del antiguo dueño. A Alice no le gustaban ese tipo de lugares llenos de polvo y telarañas. Salió del ático y empezó a revisar el baño, el cual estaba muy bonito. Fue a la cocina y se le hizo un poco pequeña, pero igualmente bonita. Y por último revisó el sótano. Al entrar estaba en el mismo estado que el ático, lleno de polvo y cosas viejas, telarañas y juguetes. Alice tomó una linterna y comenzó a revisar, pues aquí había más cosas que en el ático y quería ver si encontraba algo interesante o que le sirviera, y comenzó a pasear por todo el sótano viendo las cosas.
Más de una vez estornudó por el polvo. Escuchaba cómo las ratas corrían. Alice notó que el sótano estaba muy grande y que habían muchas cosas, pero pensó que no encontraría nada que le sirviera… Hasta que a lo lejos vio algo en el fondo; apuntó con la luz de la lámpara a esa dirección y pudo notar que había un muñeco, un muñeco sonriente, un muñeco de trajecito amarillo y lleno de polvo, con ojos azules y muy abiertos. Era un muñeco que a Alice no le parecía agradable, y más en esas condiciones. Le echó una ojeada y procedió a dar media vuelta y salir, pero mientras caminaba para irse, Alice sintió algo en sus pantalones, como si los estuvieran jalando. Dio un salto y un grito, hasta que se dio cuenta de que en realidad su celular estaba sonando. Se calmó de aquel susto estúpido y contestó su teléfono.
—¿Bueno?
—Hija, soy yo. ¿Cómo te está yendo en tu nueva casa?
—Muy bien, gracias, mamá.
—¿No te sientes un poco sola?
—La verdad… sí, pero ya se me pasará cuando me acostumbre.
La mamá de Alice y ella se pusieron a charlar un momento acerca de cómo le ha ido a Alice en su nueva casa. Después de un rato su mamá se despidió y colgó, y de ahí en adelante el día siguió normal. El reloj marcó las 11:00 p.m. y a Alice le empezó a dar sueño, no tenía nada que hacer así que decidió irse a dormir.
Entró a su cuarto y comenzó a quitarse la ropa, aventándola al canasto de la ropa sucia, y quedó desnuda completamente y procedió a ponerse su ropa para dormir. Una vez que se la puso, se tiró a la cama e intentó conciliar el sueño.
Pasa una hora. El reloj marca las 12:20 p.m. y algo despierta a Alice, un ruido, como unos pequeños golpes que vienen de abajo. Alice se pregunta: «Bueno, ¿qué rayos es eso?».
Mira su reloj y nota que ya es tarde. Piensa que podría ser un animal, pero se escucha un poco fuerte, como si fuera algo un tanto grande. Decide ignorarlo a ver si deja de sonar, entonces se acuesta y cierra los ojos para volver a conciliar el sueño.
Pero, a los cinco minutos, vuelve a despertarse por el mismo ruido. Alice se preocupa un poco, pues está sola y no se imagina qué cosa pueda ser lo que ocasiona ese ruido. Se pone un poco nerviosa y no sabe si ir a revisar o no, pues si no lo hace no podrá dormir bien. Lo piensa durante unos minutos y entonces se arma de valor y decide ir a ver qué es lo que ocasiona ese ruido. Toma una linterna, se coloca unas pantuflas, camina hacia la entrada del sótano y lentamente, escalón por escalón, comienza a bajar apuntando la linterna a toda dirección con la intención de encontrar lo que causa ese molesto ruido.
Alice camina un poco pero no encuentra nada. Ya resignada decide volver a la cama, pues no escucha más el ruido. Sube de nuevo y se dirige a su habitación con la intención de dormir a gusto. Se recuesta en la cama, deseando no volver a escuchar ese molesto ruido. Cierra los ojos y procede a dormirse.
Después de unos cuantos minutos, ese ruido vuelve, pero esta vez un poco más fuerte. Alice despierta con una gran desesperación; tiene sueño, ya sabemos qué pasa cuando uno no puede conciliar el sueño. Está impaciente por dormir. Se levanta y mira el reloj, toma la linterna, se pone las pantuflas y se dispone a volver al sótano para ponerle fin a esto.
Baja los escalones y empieza a buscar más por el sótano, mira debajo de las mesas, abre algunas cajas, quita las mantas de algunos objetos, pero no encuentra algo que pueda provocar el ruido. Está desesperada, solo quiere dormir unas horas, mañana tiene que ir a la universidad y necesita descansar.
Alice ronda por unos diez minutos todo el sótano, pues como había dicho, el sótano era enorme, y sigue sin encontrar lo que hacía el ruido.
Está muy nerviosa. Ya cansada decide volver a la cama; camina rogándole a Dios que no se vuelva a escuchar ese maldito y odioso ruido. Cuando llegó a la cama se acuesta y se tapa los oídos con la almohada y cierra los ojos…
No pasan ni más de diez minutos para que el ruido vuelva a sonar. Alice despierta llorando, llorando de la angustia. Tenía un poco de miedo, tenía sueño, tenía una combinación de sentimientos que no era buena. Se levanta enojada y esta vez toma una linterna de campamento, de esas grandes, y se dispone a ir al sótano a encontrar algo.
Baja rápidamente. Esta vez mueve las cajas, las abre todas, mira debajo de todo. Se cansa tras el proceso pero no quiere parar porque sabe que si lo hace volverá a oír ese ruido. Mira de nuevo por las cajas y objetos; está cansada, ve su celular y es la 1:12 a.m.
Ya no puede más, el sueño, el miedo y el cansancio la están consumiendo. Ya no puede, pero sabe que ese ruido seguirá sonando, y sonando, y sonando.
Alice se da por vencida. Camina hacia su habitación y se acuesta pensando y diciendo:
—¿Qué es eso? ¿De dónde viene?… Ando cansada, que ya se detenga, por favor.
Piensa y piensa en una solución, se agarra la cara, toma café de lo nerviosa que está. Se sienta en su cama pero no sabe qué hacer, pues si se duerme volverá a oír ese maldito ruido. No piensa con claridad… hasta que se acuesta llorando, y luego, se le ocurre algo, algo que no había intentado, algo que con tan solo pensarlo es loco. Se pone boca abajo, en la orilla de la cama, y asoma la cabeza poco a poco por debajo de la cama… y lo que ve… la deja sin palabras.
Ve dos luces color rojo muy brillante, como focos chiquitos. Y debajo de esas luces, se comienza a formar una sonrisa.

El susodicho...

Día 1 :
Me he llamado paranoica por las cosas
insignificantes que me ponen al límite . No
puedo estar en la oscuridad, la sensación de
alguien estando ahí sin yo darme cuenta de ello
me parece de lo más insoportable . No tolero el
silencio tampoco . Pensarían que lo opuesto
sería lo correcto , pues al menos en el silencio
podría escuchar si algo se aproxima, pero es
solo como si estuviera invitando a un sonido
que no pertenece. Como si estuviera invitando
a que algo sucediera. A que algo haga algo.
Duermo con el televisor encendido , resuelve
ambos problemas de este instintivo mal .
Ahora dudo que sea solo una
paranoia. Últimamente he estado oyendo ruidos
a lo largo de mi casa , y a veces cuando miro
alrededor noto cosas caídas , perdidas o
movidas de lugar . Más de una vez he oído algo
correteando justo antes de voltearme y no
encontrar nada. Pesadillas , donde una criatura
que nunca he visto ni en lo más oscuro del
folklore me dice que debo temer , porque seré
como él pronto .
Día 4 :
Esta mañana, en mis primeros pasos del día, vi
algo. Era exactamente como la criatura de mis
pesadillas . Me dije que todavía estaba en esos
momentos de la mañana en donde el sueño te
puede hacer imaginar cosas … No estoy segura
de haberme convencido .
Creo que me tocó.
Día 6 :
Apareció de nuevo , y esta vez no pude negar
que estaba totalmente despierta. Fui a traer
una bebida y me lo encontré en el pasillo , bajo
la tenue iluminación que resaltaba de mi
alcoba. Era pálido, bastante pálido; casi sería
blanco sino fuera por su piel tan similar a la de
un humano. Sus ojos eran sorprendentemente
grandes y negros , reflejando la luz ligeramente.
Su piel pálida se estiraba a lo largo de su
huesudo cuerpo y sus venas estaban
descubiertas, como si su piel fuera demasiado
delgada como para cubrirlas. Tenía unas garras
enormes, me aterró la idea de que me hubiera
rozado con ellas ; eran como navajas , y las tres
de en medio se extendían a unos treinta
centímetros de largo . Las demás no pasaban de
cinco centímetros , y las seis eran todas del
mismo color que mis uñas.
La escena pareció como capturada en una
fotografía por el segundo que me miró
fijamente con sus enormes ojos , pareciendo
sorprendido de que lo hubiera descubierto ,
antes de que se lanzara de vuelta a la
oscuridad del pasillo doblando en la esquina por
la que se había asomado .
Día 7 :
Creo que ya abandonó la casa, aunque no dormí
por el miedo de despertarme y sentir sus garras
tocándome de nuevo . No puedo dejar de pensar
en ellas . Se miraban como si estuvieran hechas
del mismo material que las uñas… ¿ Entonces
cómo llegaron a verse tan afiladas ?
Día 8 :
Cuando desperté estaba observándome dormir ,
sentado torpemente en el rincón diagonal a mí.
No, no me desperté , me despertó . Lo oí
respirar . Era un sonido acelerado , como un
animal enfermo sonaría : sin tono, sin emoción ,
plano. Lo vi todo. Sus piernas traseras eran
mucho más pequeñas que sus piernas
frontales, y recuerdo que mi primera idea fue
que cómo podía caminar con las cuatro siendo
tan desiguales. Pude ver sus costillas… Es tan
huesudo. No tenía fibra muscular, ni nada que
indicara su género; pude deducirlo por cómo se
agachaba, sentaba, o lo que fuera que estuviera
haciendo con sus patas traseras . Tenía garras
en sus pies , en menor cantidad que en sus
manos. Tres largas y una garra pequeña . Su
cara era larga y no tenía nada de cabello en su
cuerpo… y tenía una repulsiva nariz de
esqueleto. Me dejó verlo . Daba la impresión de
que lo disfrutaba, que le gustaba que
contemplara su horripilantemente pálida y
demacrada forma . Él hacía lo mismo también ,
estudiando cada detalle de mi contextura.
Terminamos al mismo tiempo y sonrió antes de
irse caminando a cuatro patas , lentamente,
dejándome ver cómo era que lo hacía , como si
supiera que me intrigaba . Me miró de vuelta en
todo momento y nunca parpadeó , no creo que
pueda .
Dios , esa mirada …
Día 9 :
Estaba en la esquina de nuevo esta mañana. No
reaccionó cuando desperté , aun cuando no
quería observarlo de nuevo. Continuó estando
ahí por más de una hora hasta que me diera
cuenta de que estaba esperando que me
levantara. En su lugar jalé las sábanas contra
mí y me pegué a la pared, enfureciéndolo en el
proceso. Acercó su largo antebrazo y clavó sus
garras en mis sábanas, quitándomelas con un
pequeño movimiento de su muñeca. No sé
cómo lo hizo , no tenía músculos, pero fue tan
fuerte que la velocidad con que me las arrebató
me hizo una quemadura por fricción. Con mi
corazón pulsando violentamente en mi pecho y
siempre atenta a cualquier otro movimiento de
su parte , me moví al borde de la cama , y pese
a su inexistente respuesta, de alguna forma
sentí que se emocionó. Cuando al fin me paré
continuó viéndome . Lo hizo desde mis pies a mi
cabeza. Luego sonrió , y se fue .
No me gusta su mirada .
Día 10 :
Creo que le gusta ese rincón. Estaba ahí de
nuevo esta mañana. Esta vez no me sentí tan
insegura de levantarme , creyendo que eso lo
haría irse , aunque no fue así . Siguió
mirándome , como esperando que hiciera algo
más. Cruzamos miradas por un largo tiempo
hasta que se desesperó . Se acercó a mí y me
alejé por reflejo hasta la pared al lado de mi
puerta . Se veía complacido por mi temor , pero
me interponía en su camino . Estuve inmóvil
cuando caminó en dirección a mí, tirándome a
un lado con su brazo para que le diera pasada.
Su piel era suave y ligeramente delgada .
Día 11 :
No estaba aquí hoy… un pequeño alivio . Sin
embargo , mientras me vestía lo caché
espiándome . Me congelé con un brazo fuera de
la manga y mis pantalones a medio subir. Traté
de ignorarlo y terminé de vestirme, y para
cuando miré de nuevo a la puerta , preocupada ,
ya se había ido.
Me da la impresión de que está ideando alguna
clase de plan.
El hecho de que tenga la inteligencia suficiente
como para hacer planes me pone nerviosa .
Día 12 :
No estaba en la esquina de nuevo. Aunque me
vestí despacio y atenta en caso de que
estuviera afuera . Casi recé porque hubiera
obtenido lo que quería con espiarme y se fuera .
Estaba en la cocina expectante , como una
mascota. Corrí a mi alcoba apenas lo descubrí
y él también lo hizo , siguiéndome , estando
delante de mí de un momento a otro ,
bloqueando mi camino y mirando con sus
enormes ojos que no denotaban emoción ; mas
sabía que estaba enojado . Fui a la cocina y le
puse un filete crudo en un plato . Lo azotó
contra la pared donde la carne golpeó
salpicando de manera repugnante mientras el
plato se hizo añicos.
Confundida ante sus deseos, saqué el jugo de
naranja y le ofrecí un vaso , dándome solo un
quejido débil, el primero que le había
escuchado , y del que logré deducir claramente
que era hembra . Continuó observándome con el
jugo en mi mano hasta que le di un tímido
sorbo , y se sentó a gusto . Me preparé tostadas
y huevo . Ella no quería nada, sólo que yo
comiera. Una vez terminé se levantó y se fue .
Me pregunto si está tratando de engordarme .
Día 13 :
Se está adentrando cada vez más en mi vida .
Hoy no la vi hasta después del desayuno. Iba a
ir al baño y estaba de pronto bajo mis pies , sus
garras a centímetros de mis tobillos . Mantuve
una postura firme , caminando tranquila con ella
a mi lado hasta quedar a dos pasos del baño ,
cuando corrí hacia dentro y azoté la puerta ,
poniéndole seguro . Suspiré y tomé asiento en el
retrete . Entonces escuché su descomunal
rugido venir desde afuera y vi cómo con todas
sus garras afiladas destrozó la parte baja de la
puerta y entró , sentándose a mi lado con una
triunfante sonrisa .
No pude contener las lágrimas . Se retiró hasta
que había terminado.
Día 14 :
Me siguió afuera de la casa hoy. Seguí mi
rutina sin una señal de ella, contenta en lo que
me dirigía a la universidad , hasta que la
escuché. Su respiración . Miré alrededor
temerosa y vi sus ojos negros puestos sobre
mí, escondida bajo sombras a pocos metros de
mí. Cuando me detuve hizo un pequeño sonido
de desaprobación ; reanudé mi camino sin más.
Me ha entrenado.
Día 15 :
Estoy comenzando a entender cómo opera.
Estuve atenta a su llegada hasta que acabó mi
horario en la universidad , pero no se presentó .
Cuando llegué a casa, como suponía , estaba ahí
esperándome . Me precipité a mi siguiente
actividad : tarea . Permaneció a mi lado hasta
que acabé .
Casi me siento contenta de entender qué es lo
quiere.
Día 19 :
Tenía razón : me siguió a través del resto de mi
rutina diaria hasta que me fui a la cama . He
comenzado a preguntarme qué es lo que hace
cuando no está estudiándome . También si
compilará los datos que saca sobre mí en algún
lado. Me doy cuenta de que eso podría
significar que los esté compartiendo con otras
criaturas como ella. Dormí con dificultad .
Día 20 :
Se ha ido. No la vi , aun después de irme a la
cama . Estoy preocupada .
Día 23 :
Sigue sin asomar la cara. Solo estas entradas y
el agujero en la puerta del baño me convencen
de que realmente estuvo aquí .
¿ Dónde se ha ido ?
Día 24 :
Llamé a que reparan la puerta . No estoy segura
de por qué no lo hice desde que dejó de venir, o
en el mismo momento que terminó de observar
mis rituales de « limpieza» . Me dijeron que
tomará tres días .
Día 25 :
El hombre me hizo muchas preguntas por el
agujero, diciendo que parecía como si alguien le
hubiera dado con un hacha . Me preguntó por
qué estaba tan abajo y acerca de su tamaño
tan extraño . Mentí y se me quedó viendo raro;
le dije la verdad y empeoré el asunto . Cuando
insistí en que decía la verdad , me amenazó y
salió de mi casa.
No fue del todo inútil, hasta me siento un poco
mejor por habérselo contado a alguien. En fin ,
tendré que buscar a alguien más que me repare
la puerta .
Día 26 :
Todavía estoy temblando . Ha vuelto , pero algo
está distinto en ella. Desperté y me encontré
con su boca alrededor de mi cabeza , casi
engulléndola en su totalidad . Vi todos sus
afilados dientes insertados desde la entrada de
su boca hasta su garganta. Mi primer
pensamiento fue que había vuelto para
matarme. Mi segundo fue si era realmente su
comida . Mi tercero , cómo todos esos dientes
funcionaban en su garganta. Retiró su boca con
lentitud y uno de sus dientes rozó mi nariz;
apenas me tocó, pero me hirió fuerte, y sangré
en cantidad . Lamió la herida y sentí su lengua
como la de un gato. Se veía muy satisfecha por
mi apariencia horrorizada y se fue
abruptamente.
Día 27 :
Me despertó de nuevo , esta vez estando
encima de mí . La contextura de sus huesos
presionados sobre mí fue lo que me hizo
reaccionar. Se me quedó viendo con una
sonrisa y persistió en enseñarme sus dientes
de nuevo . Di un quejido y saltó al rincón.
Día 31 :
Nunca me deja sola ahora. Aprendí que no
duerme, quizá no lo necesita . Siento sus ojos
adondequiera que voy .
Día 33 :
Ayer recogí un gato enfermo de la calle en mi
camino desde la universidad . Hoy estaba
destripado en la mesa de mi cocina . Sonrió
cuando vomité .
Día 34 :
Estuvo fuera por un rato hoy y noté la puerta
de mi clóset abierta . Resulta que es ahí donde
ha estado viviendo . Tenía un intenso olor a
muerte.
Día 37 :
Por la primera vez en mucho tiempo no se
mostró . Aproveché la oportunidad y salí toda la
noche con unos amigos. Me siento un tanto
mejor.
Día 41 :
Está ganando peso y despide una sustancia
asquerosa que huele a carne roída . No estoy
segura de qué se está alimentando .
Día 43 :
Me habló. Dijo que ya no puedo volver a salir .
Día 48 :
Me he quedado sin comida . Vio que no había
comido y me trajo un perro degollado .
Día 50 :
Intenté salir a traer comida y me atacó. Tengo
la herida de tres de sus garras en mi pierna de
donde me tiró de vuelta a la casa. La maldije
de todas las formas que sabía.
Me comí el perro .
Día 51 :
Lloro mucho . No puedo recoger las fuerzas
para salir de la cama . La herida está infectada
y se mira un tanto serio, pero a ella no parece
importarle. Traté de hablarle, preguntarle qué
quería. Solo sonrió con sus dientes y se me
quedó viendo… es todo lo que hace.
Día 52 :
Me levanté para limpiar la herida. Tuve suerte
de tener todo lo necesario, creo; viviré.
Desearía no haberla curado y morir por la
infección aun si tuviera que soportar ese dolor
que se extendía por todas mis venas , pero ella
me obligó a hacerlo.
Día 53 :
Leí un libro y reí . Está adelgazando .
Día 55 :
Sonreí. Se miraba triste . Me tomó un tiempo
darme cuenta de que su olor se había ido .
Día 57 :
Sé cómo matarla .
Día 64 :
Finalmente soy libre . Después de una semana
de preparación, conseguí acercarme a ella
mientras se dirigía al cuarto continuo a mi
alcoba, y la abracé; su piel estaba teñida y
grasosa por ese horrible líquido . Gritó y trató de
atacarme, pero estaba sobre su espalda,
tomándola fuerte y rehusándome a desistir ante
el miedo , sujetándola aún más fuerte cada vez .
Ella corrió y casi perdí el agarre por su
velocidad y el olor que había comenzado a
marearme; tuve que tragarme la bilis que subía
por mi garganta. Besé su cabeza, sintiendo sus
venas pulsando exageradamente : fue entonces
cuando cayó al suelo dando un horrible grito.
Agitada , me levanté y vi que sus ojos estaban
blancos, que ya no me seguían más . Al fin
había muerto.
Día 68 :
El cuerpo se ha ido. No me importa siempre y
cuando no tenga que verlo.
Día 71 :
Fui despertada por la sensación de esas garras
tocándome y de inmediato me lancé para
abrazar la criatura , pero batió sus garras contra
mi cara, hiriéndome terriblemente . Una voz rio ,
era macho .
«Ya sabemos de ti . Eso no funcionará dos
veces » .
Noté que había otro más en el rincón.
No puedo dejar de llorar.
Día 173 :
Me enviaron a mi primera casa , el blanco es un
niño pequeño . Se orinó encima cuando le pasé
mis garras . Fue maravilloso....